Bolivia incursiona en primera investigación nacional con tecnología nuclear sobre reservas de agua dulce transfronteriza
La Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN) prepara la ejecución del primer proyecto nacional para la investigación científica sobre la disponibilidad y la sostenibilidad de los reservorios de agua dulce transfronteriza en las tres cuencas hidrográficas del país, Amazónica, Altiplánica y de La Plata. La iniciativa es inédita en el país porque implicará la aplicación de la tecnología nuclear con fines pacíficos.
El trabajo comenzó a ser desarrollado por la científica boliviana, PhD. Ing. Gabriela Patricia Flores Avilés, funcionaria de la ABEN, quien explicó que para una primera labor piloto se escogió el sector de la Cuenca del Amazonas localizada en el municipio de Cobija del departamento de Pando.
La zona fue seleccionada, dijo, porque allá se identificó la ausencia de información científica sobre los mecanismos de interacción entre las reservas hídricas que están por encima y por debajo de la tierra.
La tarea preliminar realizada en el área escogida, agregó, consistió en el desarrollo de visitas de inspección para la validación y el mapeo de sitios de investigación estratégicos de fuentes de aguas superficiales y subterráneas, mediante la aplicación de la hidrología isotópica, lo cual permitirá contar con información científica inicial sobre los mecanismos de interacción entre los acuíferos compartidos por Bolivia y Brasil y el río Acre.
Según Flores, el mapeo sirvió en la identificación preliminar de 14 sitios de investigación que están entre el departamento de Pando, en el municipio de Cobija; y las ciudades de Brasileia y Epitaciolandia del Estado del Acre, en la República Federativa de Brasil, con la meta de definir una red de monitoreo y el posterior diseño de misiones científicas que se efectuarán tomando como parámetro un año hidrológico.
“Es importante generar información científica para comprender estos mecanismos (de interacción) que forman parte de la integridad ecológica de la región mediante la cual los reservorios de agua dulce subterránea podrían mantener los ecosistemas acuáticos durante épocas de estiaje o sea en los períodos de bajo caudal de los ríos”, mencionó.
De acuerdo con Flores, el proyecto científico que se prepara consistirá en la medición de un trazador que está presente de forma natural en los suelos, las rocas y el agua, denominado Radón 222, en las reservas acuíferas seleccionadas, para luego estudiarla con equipos de última generación del Laboratorio de Hidrología Isotópica del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (CIDTN) que está ubicado en la ciudad de El Alto.
El tratamiento e interpretación de los datos científicos obtenidos mediante modelos matemáticos permitirá identificar y cuantificar si las reservas hídricas superficiales y subterráneas en la Cuenca del Amazonas, en el sector del municipio de Cobija, están conectados y si descargan sus aguas entre ellos.
“Es importante contar con información científica para conocer y comprender cómo están funcionando nuestros reservorios de agua dulce subterránea, cuál es el origen de las aguas, cuál es su edad y la rapidez con la que se recarga el reservorio, cuáles son las zonas vulnerables a la contaminación, entre otros aspectos que pueden determinarse mediante la aplicación de la hidrología isotópica. La información permitirá contribuir a la gestión de aguas transfronterizas y al establecimiento de acuerdos operativos entre los diferentes países que comparten recursos hídricos, de manera particular acuíferos transfronterizos”, subrayó.
La ejecución del proyecto científico está previsto entre 2023 y 2024 y demandará de una inversión importante, por lo que se coordina la gestión de recursos financieros a través de la Dirección de Límites, Fronteras y Aguas Internacionales Transfronterizas del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La científica de la ABEN dijo que se espera que la investigación que promueve sea el aporte boliviano para la elaboración de la propuesta formal que el Ministerio de Relaciones Exteriores gestiona, como miembro de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, para la canalización de recursos económicos del Fondo para el Medio Ambiente Mundial que serán destinados al desarrollo de un proyecto piloto regional en la Cuenca Amazónica.